Jose F. Monserrat Vicerrector de Internacionalización y Comunicación, Catedrático de la Universidad y PDI en iTEAM, plantea desafíos y oportunidades para el planeta respecto al cambio climático y la movilidad en su charla TEDx en Alcoi.
En un mundo en constante transformación, el cambio climático se ha convertido en una preocupación creciente. Si bien el cambio climático puede considerarse un proceso natural, desde el siglo XIX, la actividad humana, especialmente la quema de combustibles fósiles, se ha convertido en el principal motor del cambio. Sin embargo, el verdadero problema radica en la velocidad de este cambio, ya que los científicos dudan de la capacidad de los ecosistemas para adaptarse rápidamente.
Según el Observatorio de Movilidad Sostenible, los efectos del cambio climático están estrechamente relacionados con la movilidad y el transporte. Aproximadamente el 80% de los óxidos de nitrógeno, sustancias nocivas, provienen de los vehículos, mientras que el 30% de los gases de efecto invernadero están asociados con la movilidad. En las últimas décadas, el aumento de la movilidad individual ha triplicado el número de desplazamientos diarios, con una creciente dependencia de los vehículos privados en lugar del transporte público.
En respuesta a esta crisis ambiental, es necesario tomar medidas para mejorar la eficiencia de la movilidad. Apostar por vehículos de bajas o cero emisiones, como los eléctricos, híbridos o de celdas de hidrógeno, puede reducir el consumo energético hasta dos o tres veces por kilómetro en comparación con los vehículos de combustión. Sin embargo, para lograr un cambio significativo, se requiere la colaboración de fabricantes, consumidores y autoridades. La Unión Europea, por ejemplo, tiene como objetivo disponer de al menos un millón de puntos de carga para vehículos eléctricos para 2025 y ha aprobado la prohibición de la venta de vehículos de combustión a partir de 2035.
Además de mejorar la eficiencia, es crucial cambiar nuestra forma de desplazarnos. Planificar los viajes con anticipación y utilizar el transporte público cuando sea posible, así como fomentar la movilidad activa, como caminar o andar en bicicleta, puede marcar la diferencia. También se están desarrollando nuevas formas de movilidad, como el uso compartido de vehículos y el alquiler por kilómetro, que reducen la necesidad de poseer un automóvil propio y disminuyen el número de vehículos en las ciudades.
Finalmente, evitar viajar cuando sea posible también es una forma efectiva de reducir nuestra huella ambiental. Las reuniones a través de videoconferencias y el uso de tecnologías como los hologramas pueden disminuir la necesidad de viajar largas distancias, ahorrando tiempo y reduciendo la emisión de gases contaminantes.
En resumen, la movilidad sostenible se ha vuelto crucial para abordar el cambio climático. Mejorar la eficiencia de los vehículos, cambiar nuestros hábitos de desplazamiento y evitar viajar innecesariamente son acciones clave para garantizar la supervivencia del planeta tal como lo conocemos. La naturaleza nos está llamando y es nuestra responsabilidad responder y tomar medidas para revertir la tendencia negativa que estamos presenciando.